domingo, 17 de abril de 2011

Esperanzado



A veces estamos tan obsesionados por encontrar nuestro final feliz que nos olvidamos de leer las señales.


Esas señales que diferencian a los que nos quieren de los que no. A los que se quedarán de los que se irán.


Cómo me gustaría ser un experto en leer esas señales...



Sin embargo es posible que ese "final feliz" consista en saber que, a pesar de todas las llamadas no devueltas, de todos los desengaños, las meteduras de pata y las señales malinterpretadas, a pesar de todo el todo el dolor y el bochorno... nunca perdiste las esperanzas.

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